Una de las funcionalidades de la Xbox One es su sistema Kinect.
La llega de las next-gen de Sony y Microsoft está dando totalmente un giro al mundo de los videojuegos y realmente tanto la PS4 como la Xbox One están a la altura de las expectativas generadas.
A pesar de que la consola de Sony empezó tomando la iniciativa en los mercados internacionales, parece ser que la batalla actualmente está muy reñida, a favor de las promociones y ofertas recientes por parte de Microsoft y su Xbox One.
La gran diferencia entre Xbox One y PS4 es el sistema Kinect, que hace que los jugadores interactuemos en el juego a través de nuestros movimientos. Si has tenido algún problema con el Kinect y tu Xbox One, te traemos la solución.
Cómo resolver el problema
En el momento en que vemos que el sensor Kinect no se enciende en la Xbox One, podemos estar delante de algún problema con fácil solución.
Si la consola no detecta el sensor, y por lo tanto aparece un icono en la parte superior derecha de la interfaz, deberías probar lo siguiente:
1. Asegúrate que el conector del extremo del cable de Kinect está correctamente enchufado al puerto Kinect.
2. Si el conector está correctamente enchufado, procede a desenchufarlo y espera diez segundos antes de volver a enchufarlo.
3. Si sigue sin detectarse el sistema Kinect, reinicia la consola.
Por otro lado, puedes comprobar tú mismo si el sensor Kinect de la Xbox One está activado. Para ello haz lo siguiente:
1. Presiona el botón ‘Menú’ en el mando.
2. Selecciona ‘Configuración’.
3. Selecciona ‘Kinect’.
4. Asegúrate que la casilla ‘Kinect activo’ está marcada, y en caso contrario, márcala.